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Condropatía rotuliana
La rótula es un hueso que forma parte de la articulación de la rodilla, se localiza en su parte mas anterior, formando junto con el tendón del músculo cuádriceps y el tendón rotuliano por abajo y el parte importante del mecanismo extensor de la rodilla.
La rótula favorece la transmisión de fuerzas del músculo cuádriceps, actuando como apoyo y brazo de palanca en los movimientos de flexo-extensión de la rodilla.
Los problemas rotulianos provocan dolor en la rodilla, dificultad para arrodillarse, acuclillarse, subir o bajar escaleras y cuestas, saltar, correr o incluso caminar.
El dolor anterior de rodilla es un síntoma muy frecuente y motivo de consultas y tratamientos médicos y de fisioterapia.
El cartílago rotuliano tiene varios milímetros de espesor, es el cartílago más grueso del cuerpo humano, y es el responsable de un mejor deslizamiento de la rótula con respecto al fémur.
Este cartílago es un sitio común de lesiones que van desde el simple reblandecimiento del mismo hasta la artrosis de la articulación femoropatelar.
Son muchos los factores que pueden favorecen el desarrollo de problemas del cartílago de la rotula: traumatismos, inestabilidad o luxaciones (dislocaciones) rotulianas, debilidad muscular, alteraciones de la posición rotuliana con respecto al fémur, y algunos más.
El término de Condromalacia Rotuliana está en desuso en la comunidad médica, puesto que es un término que hace referencia al debilitamiento del cartílago, que puede observarse a la palpación por artroscopia, y que se presenta en algunos de los pacientes con dolor anterior de rodilla, pero también en pacientes asintomáticos a pesar de dicho hallazgo.
Lo correcto es utilizar el término Condropatía Rotuliana aunque coloquialmente sigue siendo conocida como Condromalacia Rotuliana o Femoro- Patelar.
Hoy en día es cada vez mas común el emplear el termino Condropatía rotuliana tanto en informes de imágenes de Resonancia Magnética como cuando hemos visto por artroscopia las lesiones y queremos describirlas.
Existen cuatro grados de Condropatía, y usamos números romanos para hablar de ellos:
• Grado I: Reblandecimiento del cartílago, se deprime al tacto, no fisuras.
• Grado II: Fisuras de la superficie del cartílago superficiales.
• Grado III: Fisuras del cartílago profundas.
• Grado IV: Exposición del hueso subcondral, pérdida del espesor total del cartílago.
No existe siempre correlación entre el grado de Condropatía y la intensidad de los síntomas, debido a la complejidad del funcionamiento de la rodilla.
Existen pacientes con grado I y gran incapacidad, y otros en los que se aprecia por casualidad un grado III ó IV que no les produce ningún problema.
El Ortpopedista debe evaluar cada caso que factores influyen, cuáles se pueden corregir de forma conservadora (no quirúrgicamente), y qué casos se beneficiarían del tratamiento quirúrgico.
El tratamiento conservador consiste fundamentalmente en la rehabilitación de la fuerza y equilibrio entre los diferentes grupos musculares que actúan sobre la rodilla. El programa de ejercicios de fortalecimiento, estiramientos y propiocepción (la habilidad de localizar las distintas partes de la articulación espacialmente) debe ser vigilado por un fisioterapeuta que conozca bien esta patología.
En relación a el uso de preparados comerciales como la Glucosamina o el Condroitin Sulfato, es muy importante señalar que este tipo de compuestos no son considerados un medicamento sino un suplemento nutricional, los cuales hoy en día su utilización en este tipo de patologías, está muy difundida gracias a intereses comerciales de compañías farmacéuticas e incluso de algunas que no distribuyen fármacos sino terapias nutricionales y otro tipo de terapias alternativas, los medios de comunicación han contribuido a incrementar la fama de este tipo de compuestos y actualmente se le puede encontrar en cualquier supermercado, tienda naturista, o por internet, sin embargo es pertinente mencionar que en la actualidad no existen estudios científicos serios que demuestren su efectividad en el tratamiento de enfermedades relacionadas con el deterioro del cartílago articular como la Condropatía Rotuliana, por el contrario existen estudios prestigiados que demuestran que no tienen efecto alguno y que la mayor parte de la dosis ingerida es excretada por orina horas después, estos mismos estudios llegan relacionar el sensación de mejoría referido por muchos pacientes a un efecto Placebo, en nuestra experiencia profesional no contraindicamos su utilización ya que no causa daño alguno, pero siempre recomendamos su uso como una terapia adyuvante nunca como único tratamiento y sólo en etapas tempranas de la enfermedad, cuando aún no hay cambios radiológicos patentes y la sintomatología es de leve a moderada.
Recientemente otro tipo de fármacos de acción lenta como la Diacereína, que puede retrasar el deterioro del cartílago y aliviar el dolor y la inflamación, actuando a través de la inhibición de compuestos químicos producidos en nuestro organismo que tienen un papel importante como responsables de la inflamación, sin embargo deben ser utilizados por períodos muy prolongados (meses) para poder obtener efectos satisfactorios.
La Viscosuplementación consiste en infiltraciones (inyecciones) intraarticulares de substancias como el Ácido Hialurónico o cualquier otro de los preparados comerciales de propiocepción como el Hilano G-F 20. Este tipo de preparados intraarticulares, que actúan suplementando un líquido que temporalmente disminuye la fricción entre las superficies articulares y favorece el equilibrio entre sustancias reparadoras y destructoras del cartílago en la articulación, es importante señalar que dependiendo el tipo de preparado comercial las infiltraciones necesarias puede variar de 1 a 5 semanalmente, y que el efecto conseguido es temporal generalmente no mayor a 6 meses aunque las casas comerciales llegan a mencionar que el efecto puede durar hasta un año, esto es una muestra más de la mercadotecnia en la industria farmacéutica.
El uso clínico del PRP como alternativa terapéutica en pacientes con Osteoartrosis en articulaciones de carga como la rodilla ha sido utilizado con éxito en pacientes seleccionados que cumplen con criterios clínicos y radiológicos para su adecuada función.
Esta terapia se realiza aplicando infiltraciones intraarticulares directamente en las rodillas de pacientes afectados, Es mucha la evidencia científica que confirma su efectividad y reportan en la literatura médica resultados prometedores, con su uso en pacientes adecuadamente seleccionados. Los principales beneficios consisten en disminución del dolor y mejora de la función de la articulación.
Como su nombre lo indica, el PRP es una preparación que concentra un número de plaquetas mayor que los valores normales en sangre, las plaquetas son las primeras células constituyentes de la sangre que actúan en el sitio de la lesión en el tejido, y una de sus funciones es la de liberar, junto con otras moléculas activas, factores de crecimiento que desempeñan un papel fundamental mediando el proceso de inflamación y cicatrización.
(véase anexo correspondiente) .
En casos de lesiones avanzadas del cartílago o pacientes en los que el tratamiento conservador no es suficiente para mejorar o eliminar los síntomas del paciente es necesario el tratamiento quirúrgico. La intervención se realiza por medio de una artroscopia, es sencilla y prácticamente sin riesgos.
En los casos con Condropatía grado I se puede realizar una sinovectomía perirrotuliana y solamente en casos de báscula rotuliana externa y retinaculo tenso se procederá a una liberación del mismo.
En las Condropatías grados II-III la técnica que suelo realizar es la condroplastia con terminales de radiofrecuencia, consiguiendo una puesta a plano de todo el cartílago levantado sin dañar el que está sano, de forma que disminuyen los crujidos y pseudobloqueos, y se producen menos procesos inflamatorios en la rodilla a partir de la intervención.
En la Condropatía grado IV el tratamiento quirúrgico es controvertido. En los pacientes con una úlcera condral focal pueden emplearse las diferentes técnicas para reparar el defecto de cartílago:
MICROFRACTURAS: es la técnica más sencilla y económica y pueden practicarse ante un caso en el que la lesión es un hallazgo en el momento de la artroscopia realizando perforaciones del hueso subcondral viable y sangrante para reavivar el lecho de la lesión y estimular la irrigación sanguínea, es una técnica en la que se reportan buenos resultados sobre todo a corto y mediano plazo, presenta el inconveniente que el tejido con el que se repara la lesión es un tejido cicatrizal no cartílago articular, este tejido tipo cicatriz es de una calidad inferior biomecánicamente hablando por lo que en muchas ocasiones después de un tiempo no determinado se ulcera lo que ocasiona una nueva lesión la cual vuelve a dar los mismos problemas.
MOSAICOPLASTIA,: La mosaicoplastia consiste en la implantación de cilindros de cartílago y hueso del mismo paciente para rellenar los defectos en la rodilla. Se trata de autotrasplantes osteocartilaginosos desde zonas de poca carga a la zona de la lesión. Es una técnica complicada y que carece de evidencia de que esta operación sea de elección, sobre todo en niños, generalmente es criticada por el hecho de que se realiza una lesión en la rodilla para tratar otra.
CONDROGRAFT (Cultivo e Implantación de Condrocitos Autólogos): Consiste en colocar las mismas células que sintetizan el cartílago llamadas "condrocitos", tomando estas células a través de una biopsia artroscópica del mismo paciente y cultivándolas con condiciones controladas en un Laboratorio de Ingeniería Tisular acreditado (en América Latina el único lugar en que se produce es el Laboratorio de Ingeniería Tisular del Banco de Huesos y Tejidos de la U.A.N.L que utiliza los estándares Internacionales y con control de calidad para realizar este tipo de técnica de Ingeniería Tisular).
Requiere 2 cirugías. Una para tomar la muestra de células y la segunda 3 a 4 semanas después para implantarlas, este tipo de tratamiento que actualmente ya es una realidad en nuestro medio, presenta resultados excelentes y es considerado sumamente exitoso para el tratamiento de este tipo de lesiones presentando menos complicaciones y recurrencias. Para más información véase el anexo correspondiente a CONDROGRAFT.