Prótesis de rodilla

La artroscopia es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva, que puede ser muy útil para solucionar algunos problemas relacionados con las articulaciones.

Permite visualizar el interior de las articulaciones para llevar a cabo muchos tipos de tratamientos.

Para ello se realizan pequeñas incisiones alrededor de la articulación (generalmente 2 de entre 0.5cm – 1cm) a través de las cuales se introduce una pequeña cámara de fibra óptica con un sistema de iluminación y diverso tipo de instrumental diseñado para trabajar desde fuera de la articulación, con esta técnica revolucionaria es posible tratar muchos padecimientos sin tener que abrir la articulación completamente, lo cual antes de esta era necesario.

La artroscopia forma parte de las técnicas de cirugía mínimamente invasiva como la laparascopia entre otras muchas. A pesar de ello, se debe realizar en un quirófano con medidas de asepsia adecuadas y bajo anestesia generalmente un bloqueo regional (de la cintura para abajo).

El desarrollo de la artroscopia inicialmente fue orientado solamente al tratamiento de patologías en la rodilla, ya que es la articulación más grande del cuerpo humano y donde suceden la mayoría de las lesiones que pueden ser tratadas con este tipo de técnica quirúrgica.

Sin embargo el desarrollo tecnológico y de instrumental en la cirugía artroscópica han permitido realizar artroscopias de otras articulaciones como el hombro y la cadera. Actualmente la artroscopia está disponible para su realización en casi todas las articulaciones, incluso de las más pequeñas.

Una de las ventajas de la artroscopia, al ser una técnica mínimamente invasiva es que permite que el postoperatorio de los pacientes sea más corto y menos doloroso, además se ahorran costos de hospitalización y de recuperación ya que una de sus ventajas es que el paciente puede recuperar su vida productiva, social y deportiva mucho más rápido que con una cirugía convencional.

La artroscopia disminuye incluso el riesgo de infecciones de la herida quirúrgica, lo que a su vez ayuda a reducir el número de artritis sépticas.

¿Cuándo se hace una artroscopia?.

Se realiza una artroscopia cuando se realiza el diagnóstico de una patología articular a través de la exploración clínica y con el apoyo de estudios de imagen como la Resonancia Magnética Nuclear y se ha planeado un tratamiento concreto para este. También permite tomar muestras y biopsias del interior de la articulación.

Los tratamientos más frecuentes son:

• Reparación de los meniscos (suturas, extirpación trasplante, etcétera).
• Reconstrucción de los ligamentos cruzados de la rodilla.
• Extracción de cuerpos libres extra-articulares.
• Suturas de tendones del manguito de los rotadores en el hombro.
• Fijación del hombro para evitar las luxaciones repetidas.
• Tratamiento del síndrome sub-acromial del hombro.
• Lavado intraarticular en artritis sépticas.
• Extirpación de gangliones de la muñeca.
• Reparación del labrum acetabular en la cadera.
• Reparación de algunas fracturas de hueso.
• Tratamiento de la inflamación de la membrana sinovial, que es la capa que recubre a las articulaciones.
• Realineación de la rótula tras una luxación.
• Extirpación del quiste de Baker (frecuente en la artritis reumatoide).
• Toma de Biopsia cartilaginosa para cultivo celular (CONDROGRAFT).